Cómo crear contratos legales con IA: guía paso a paso para abogados y emprendedores

Implementar inteligencia artificial en la elaboración de contratos permite acelerar la generación de borradores, garantizar coherencia en la redacción y minimizar errores. Este proceso es aplicable tanto a despachos jurídicos como a emprendedores que buscan optimizar sus flujos de trabajo y asegurar la validez de sus acuerdos.


1. Definir el alcance y requisitos del contrato

Antes de interactuar con la herramienta de IA, es fundamental clarificar las necesidades:

  1. Identificar el tipo de contrato (venta de servicios, confidencialidad, arrendamiento, asociación, etc.).
  2. Determinar las cláusulas indispensables: objeto, obligaciones, plazos, contraprestaciones, causales de resolución y jurisdicción.
  3. Recoger información específica de las partes: nombres legales, domicilio, representantes, datos fiscales.
  4. Establecer el nivel de personalización (condiciones estándar o cláusulas adaptadas a circunstancias particulares).

Esta fase asegura que el prompt incluya todos los elementos necesarios y evita omisiones.


2. Seleccionar la herramienta de IA adecuada

No todas las soluciones de IA ofrecen la misma funcionalidad en redacción contractual. Entre las más utilizadas:

  • Harvey AI: genera borradores de alta calidad con terminología jurídica precisa.
  • ChatGPT para Abogados: versátil para prompts complejos y personalización mediante plugins.
  • Casetext CoCounsel: integra precedentes y doctrinas relacionadas con la materia contractual.
  • Cicerai: útil para búsquedas de cláusulas comparativas en grandes bases de datos.

La elección dependerá del presupuesto, la integración con sistemas existentes y el nivel de soporte legal deseado.


3. Preparar la información de entrada

Para maximizar la precisión, la IA necesita un prompt detallado:

  1. Contexto breve: “Contrato de prestación de servicios de marketing digital entre Empresa A y Proveedor B.”
  2. Datos de las partes: nombre completo, identificación fiscal, domicilio, representante legal.
  3. Objeto del contrato: descripción clara del servicio o producto y su alcance.
  4. Condiciones económicas: importe, forma de pago, plazos y penalizaciones por incumplimiento.
  5. Duración y renovación: plazo inicial, prórroga automática o sujeta a negociación.
  6. Cláusulas especiales: confidencialidad, propiedad intelectual, no competencia, fuerza mayor.
  7. Jurisdicción y ley aplicable: país, ciudad y normas de referencia.

Incluir listas o numeraciones en el prompt ayuda a que la IA estructure el documento con secciones claras.


4. Generar el borrador inicial

Con el prompt configurado, seguir estos pasos:

  1. Abrir la interfaz de la herramienta de IA y pegar el prompt.
  2. Especificar formato de salida: Word, Markdown o PDF.
  3. Indicar estilo preferido: formal, técnico o adaptado a lecturas no jurídicas.
  4. Ejecutar la generación y descargar el borrador.

Ejemplo de prompt para ChatGPT:
“Redáctame un contrato de prestación de servicios de marketing digital entre Empresa A (CIF X) y Proveedor B (NIF Y). Incluye cláusulas de objeto, precio, duración, confidencialidad, propiedad intelectual, penalizaciones e incorporación de anexos para entregables.”


5. Revisar y ajustar el borrador

Aunque la IA agiliza la redacción, la revisión humana es indispensable:

  1. Verificar precisión de datos: comprobar nombres, cifras y referencias normativas.
  2. Evaluar coherencia estructural: asegurar que las secciones sigan un orden lógico y uniforme.
  3. Adaptar lenguaje: en su caso, simplificar tecnicismos para emprendedores o robustecerlo para grandes despachos.
  4. Incorporar cláusulas adicionales: agregar particularidades no contempladas (garantías, seguros, auditorías).
  5. Corregir ambigüedades: reescribir frases confusas o con posibles interpretaciones contradictorias.

Esta fase puede realizarse dentro del DMS (iManage, NetDocuments) aprovechando funciones de comparación de versiones.


6. Validar aspectos legales y de cumplimiento

Asegurar el cumplimiento normativo y la protección de datos:

  1. Revisión de confidencialidad: verificar el alcance de la cláusula y asegurar que cubra información técnica y comercial.
  2. Protección de datos personales: incluir cláusulas conforme a GDPR o legislaciones locales, si aplica.
  3. Cláusulas de resolución de conflictos: optar por mediación, arbitraje o jurisdicción ordinaria según estrategia.
  4. Revisión fiscal y laboral: en contratos de servicios, confirmar que no exista relación laboral encubierta.
  5. Firmas electrónicas: preparar el documento para herramientas como DocuSign o Adobe Sign, garantizando validez legal.

Se recomienda contar con la aprobación final de un socio o abogado senior.


7. Personalizar anexos y apéndices

Los anexos permiten detallar entregables y procedimientos:

  • Cronograma de hitos: fechas clave de entrega y revisiones.
  • Especificaciones técnicas: requisitos de software, formatos de archivos y estándares de calidad.
  • Presupuestos desglosados: desglose de honorarios, gastos de viaje y otros costes reembolsables.
  • Matriz de KPIs: indicadores de desempeño y penalizaciones en caso de incumplimiento.

Solicitar a la IA la generación de tablas o listas numeradas facilita la creación de estos anexos.


8. Finalización y firma

Una vez ajustado el contrato:

  1. Convertir a formato definitivo: exportar a PDF/A si se va a archivar electrónicamente.
  2. Integrar firma electrónica: seleccionar plataforma y definir orden de firma de las partes.
  3. Registrar y archivar: guardar copia en el gestor documental con indexación por cliente y fecha.
  4. Notificar a las partes: enviar correo con instrucciones para firmar y plazos de devolución.

Mantener un registro de todas las versiones y comunicaciones en el expediente digital.


9. Seguimiento y gestión del contrato

El ciclo contractual no acaba con la firma; es clave monitorizar su cumplimiento:

  1. Configurar alertas de vencimiento en el calendario o CRM.
  2. Automatizar notificaciones previas al plazo de renovación o terminación.
  3. Evaluar resultados: medir cumplimiento de KPIs y calidad de entregables.
  4. Preparar informes periódicos: la IA puede resumir datos de ejecución y generar reportes ejecutivos.

Este sistema de seguimiento reduce riesgos de incumplimiento y facilita renegociaciones.


10. Mejora continua del proceso

Para optimizar el uso de IA en redacción contractual:

  • Recopilar feedback: encuestar a usuarios internos sobre calidad de borradores y facilidad de edición.
  • Actualizar prompts: incorporar ejemplos de contratos anteriores y mejores prácticas.
  • Ampliar la base de conocimientos: entrenar modelos internos con la jurisprudencia y doctrina propias del despacho.
  • Monitorear herramientas: evaluar regularmente nuevas soluciones de IA para redacción y revisión.

La mejora continua garantiza que la IA siga aportando valor y se adapte a cambios legales y tecnológicos.


Integrar IA en la creación de contratos legales transforma un proceso tradicionalmente manual en una actividad ágil, precisa y escalable. Siguiendo esta guía paso a paso, abogados y emprendedores pueden aprovechar lo mejor de la tecnología sin sacrificar la rigurosidad jurídica, mejorando la velocidad de generación de contratos y reforzando la calidad del servicio.